Crear un patrimonio siempre ha sido atractivo para quienes buscan una vida de comodidades, y contar con la posibilidad de una segunda residencia abre el panorama ante la posibilidad de convertir esa propiedad en una inversión. En la zona de la Riviera Maya, este modelo de negocio cuenta con un auge creciente desde hace ya unos años, cuando adquirir un departamento para ocuparlo como negocio de renta vacacional demostró ser una excelente estrategia.
Con un aumento en los últimos años del alcance a los turistas que aún no llegaban a pisar suelo mexicano gracias a la creación de plataformas como Airbnb, Booking, Expedia, entre otros; entonces, ¿por qué no hacer uso de esta excelente posibilidad?
Convertir una propiedad en inversión
En la mayoría de las inversiones se corre el riesgo de que no se obtengan resultados óptimos pero en el caso de los bienes raíces, acostumbra ser todo lo contrario en la mayoría de los caso, especialmente los que se encuentran excelentemente ubicados como los departamentos vacacionales en la Riviera Maya, así que en estos casos podemos hablar de una plusvalía que mejora año con año, propiciando que muchos inversionistas escojan comprar una propiedad a la cual acondicionarán y/o remodelarán para poder obtener un excelente porcentaje de ganancia a la hora de vender.
Por otro lado, se encuentra el modelo de negocio de condo hotel o simplemente como renta vacacional, ya sea que el servicio y atención a los huéspedes sea de la calidad de un hotel o únicamente se le proporcione el espacio y algunas amenidades mínimas.
Ésto puede generar un ingreso mensual dependiendo de la temporada, capaz (en algunos casos) de ser suficiente para cubrir la cuota mensual del financiamiento o préstamo con el cual adquirimos la propiedad, volviéndolo el sueño de cualquier inversionista al pagarse por sí mismo y quizás, dejar un dinero extra para disfrute de los propietarios.
Nuestra recomendación es que si no vas a poder estar al pendiente de tu unidad, contrate a un experto o un property manager que se encargue de recibir a los visitantes, proveerles lo necesario, asegurarse que todo esté a punto y encargarse del mantenimiento, pago de servicios e impuestos, etcétera.
¿Qué te parece esta idea? ¿Estás listo para convertirte en un inversionista inmobiliario?
